El escriba registró las palabras de Sonnabend el Profeta.
Palabras que los Guardianes Inmortales guardarían por la eternidad, una colección de versos para guiar a los justos a través de los eones.
Las palabras que ahora grababa no se pondrían en práctica por billones de años en medidas terrestres. Pero cuando el momento llegase, con toda seguridad se sabría que eran verdaderas:
Niño Estelar abandonará un mundo de muerte
Por el sistema de los anillos,
En donde a medida que el cantante relata su suerte
Leyenda será el niño
Cuando el conquistador el secreto quiera
Con el niño estelar deberá luchar;
y cuando al final del día termine la pelea,
entonces la vida de la leyenda podrá terminar.
Mientras grababa estos versos tan particulares, un pequeño escalofrío estremeció el tiempo al rededor al escriba...